Varios Artistas/Nueva Colombia: A New Generation of Colombian Music


Nueva Colombia: A New Generation of Colombian Music
Varios Artistas
Chonta Records

2005

Concientes de la necesidad de darle trascendencia a un fenómeno musical hilado desde mediados de los noventa por visionarios como Juan Sebastián Monsalve, Hugo Candelario, Antonio Arnedo, Iván Benavides y Ernesto “Teto” Ocampo, entre otros, los músicos pertenecientes a la escuadra de la “Nueva Música Colombiana” se olvidaron de las grandes disqueras y optaron por hacer sus discos, hecho crucial si se tiene en cuenta de que han desvirtuado, con argumentos musicales y estéticos, la idea de que si no hay un respaldo comercial y publicitario masivo, el producto no vale nada.
Aunque geográficamente pueda parecer incoherente, el sello independiente Chonta Records es una de las coaliciones musicales abanderadas del movimiento. Liderado por el pianista Pablo Mayor y Robert Kelley Ayala, Chonta ha lanzado ya ocho grabaciones, la última de ellas una compilación de sus artistas más una juiciosa selección de algunas de las agrupaciones locales más relevantes en los últimos tres años dentro del contexto de la “Nueva Música Colombiana”.
Titulada “Nueva Colombia: a new generation of colombian music”, esta colección nos comunica una idea bastante nítida del fenómeno pues las propuestas que allí se encuentran gravitan dentro de una ecléctica mixtura de géneros donde el rock, el jazz, el funk y el hip hop tienen la capacidad de fundirse a ritmo de bullerengue, fandango, porro, champeta, bambuco, cumbia y currulao.
El viaje sónico inicia con la desgarradora voz de Etelvina Maldonado quien interpreta “Por qué me pega”, uno de los bullerengues más hermosos que se incluyeron en el álbum debut del proyecto Ale Kumá dirigido por el destacado contrabajista Leonardo Gómez. Le sigue Folklore Urbano, el ensamble liderado por Pablo Mayor, con la muy bailable “Dobladillo a la lengua” y más adelante encontramos “Ningún detalle”, champeta que Curupira asimila bajo una fuerte influencia de la esquizofrenia bogotana. La cuota bumanguesa esta representada por Cabuya quienes nos ofrecen “El billetico”, un tema donde se hace evidente el afán por comunicar, bajo un finísimo sentido del humor popular, la situación de los niños de la calle. Similares en cuanto a los contenidos líricos nos topamos en primera instancia con “El hueco”, tema extraído de Raza, la más reciente grabación de Mojarra Eléctrica, sin lugar a dudas uno de los paradigmas musicales de esta generación al igual que Chocquibtown, trío de hip hop que con “Somos Pacífico”, además de relatar su idiosincrasia costera, le ha dado un vuelco radical a la manera de hacer rap en Colombia. Mucho más introvertidos resultan “Canción mandala” de Coba (proyecto personal del genial guitarrista Sebastián Cruz en el que aparece la desconocida voz de Yarimir Cabán) y “Pececito de agua” de Marta Gómez, dos puestas en escena de voces femeninas que no intentan cantar a la manera de las legendarias cantaoras sino que hallan su timbre en las calles de la ciudad. La porción más tradicional del compilado, aparte de Etelvina Maldonado, es “Encarnación” (homenaje al desaparecido maestro de la percusión), una auténtica gaita consumada por La Cumbiamba Eneye. El periplo continúa en Medellín de donde procede Puerto Candelaria quienes nos ofrecen “Porro lateral”, ingeniosa muestra de lo que sucede cuando el “chucuchucu” se encuentra con el jazz. Inmersos también dentro de este género podemos apreciar “Fanny”, endiablado fandango en clave funky de Samurindó; la nostalgia andina de “Bambuco de la orilla”, tema original del pianista Ricardo Gallo y “Festina lente”, un enigmático porro interpretado por Asdrúbal, sexteto que junto a Gallo transitan un terreno bien arriesgado pues se sumergen en las difíciles atmósferas del free.
Como sucede con casi todos los compilados, de seguro no se harán esperar los detractores. Quizás muchos dirán que el criterio de selección descabezó algunos personajes imprescindibles. Es cierto, se siente la ausencia de Guafa Trío, Capicúa, Bahía, Pacho Dávila, Primero Mi Tía, Manuel Borda, Tumbacatre, Palos y Cuerdas y un largo etcétera. Sin embargo, alegrémonos y celebremos. El hecho de que el espacio de un disco no sea suficiente para albergar todo lo que está sucediendo es el síntoma de que el asunto no es ninguna intuición. Va para largo y con buena música por delante.

Publicado originalmente en Arcadia #18, Marzo de 2007

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